Noticias Recientes

Las aves cuentan la historia: Respuesta del ecosistema a la restauración del hábitat en el Delta del Río Colorado

Por el personal del SJV en colaboración con Osvel Hinojosa Huerta, Director del Programa de Conservación de Agua y Humedales de Pronatura Noroeste

El Delta del Río Colorado es uno de los humedales más importantes en el Desierto Sonorense. Las casi 250,000 acres de áreas naturales en el delta incluyen bosques ribereños, extensas tierras de inundación, marismas salobres y grandes áreas de esteros. El delta brinda un hábitat a más de 360 especies de aves migratorias y residentes.

Flujo pulso de la Minuta 319 inunda las zonas ribereñas, sustento de álamos y sauces nativos (foto cortesía de Pronatura Noroeste).

La reducción en la disponibilidad del agua, principalmente debido a la pérdida y modificación del hábitat, puso a las políticas del agua al frente en 1944 cuando EEUU y México firmaron un tratado para gobernar cómo se administraría el agua en ambos lados de la frontera compartida. La última actualización importante al convenio, la Minuta 319, se firmó en 2012. Ese convenio binacional histórico y monumental implicó adjudicaciones de agua a México bajo las condiciones de excedente y escasez, y le dio a México la flexibilidad de almacenar agua en el Lago Mead, así como identificar proyectos de conservación de agua y oportunidades de restauración. Uno de los resultados más visibles de la Minuta 319 fue el flujo pulso del Río Colorado durante la primavera de 2014, el cual acarreó 130 millones de metros cúbicos, seguidos de 65 millones de metros cúbicos adicionales como flujo base al final del verano de 2014. El flujo pulso permitió al Río Colorado alcanzar el delta por primera vez en muchos años.

Este año marca otro importante evento para la colaboración continua entre los socios del SJV en EEUU y México, incluyendo Pronatura Noroeste, The Sonoran Institute, The Nature Conservancy y Audubon Arizona.

El 27 de septiembre, los responsables de las políticas públicas, los organismos de agua y las organizaciones de conservación de EEUU y México atestiguaron la firma de la Minuta 323, el apéndice más reciente al Tratado del Agua de 1944. El nuevo convenio entre EEUU y México para el Río Colorado establece 210,000 acres pies de agua del río para la restauración ambiental del delta, empezando en 2018. La meta es restaurar aproximadamente 4,300 acres en los próximos nueve años.

Los voluntarios trabajan para eliminar cedro salado en preparación para la siembra de vegetación nativa (foto cortesía de Pronatura Noroeste).

El Dr. Osvel Hinojosa Huerta es el Director del Programa de Conservación de Agua y Humedales de Pronatura Noroeste. Durante más de 20 años ha estudiado el ecosistema del Delta del Río Colorado. El programa cubre 50 humedales y diez cuencas prioritarias en el noroeste de México. Se centra en la conservación y restauración de sitios clave, la protección de los flujos de agua dulce y la cosecha del agua para la reforestación. A fin de informar la planificación de la conservación, Pronatura Noroeste creó un programa coordinado a largo plazo de monitoreo de aves a lo largo de la cuenca del Río Colorado. El equipo estudia cientos de puntos a lo largo del corredor ribereño, incluyendo sitios como la Ciénega de Santa Clara en Sonora y por el Río Hardy en Baja California.
Además de estudiar los cambios en abundancia, diversidad y composición de las comunidades de aves ribereñas y de las marismas, Pronatura también estudia las tierras de inundación del Río Colorado, incluyendo la relación de las aves con los cambios en el agua superficial y subterránea, las comunidades vegetativas, así como los efectos de las actividades de restauración. A pesar de haber perdido casi el 80% de los humedales históricos en la cuenca del Río Colorado, quedan unas 100,000 acres. Los resultados de los estudios de Pronatura han encontrado que dichas áreas siguen siendo crucialmente importantes, proporcionando un hábitat para las aves que se reproducen en las áreas ribereñas, para aves de marismas como el palmoteador de Yuma (Rallus obsoletus yumanensis), así como hábitat de descanso para muchas aves acuáticas y migrantes neotropicales.

Los voluntarios siembran vegetación nativa en el sitio de restauración (foto cortesía de Pronatura Noroeste).

Al llevar a cabo monitoreos antes, durante y después de los esfuerzos de restauración, los biólogos de Pronatura tienen la oportunidad de monitorear las transiciones para encontrar qué técnicas son las más eficaces, orientando así la planificación de la conservación. Han encontrado que la abundancia de las aves en las áreas restauradas aumenta un 28% en promedio y la diversidad aumenta casi 53%, demostrando mejorías en la salud del ecosistema después de la actividad de restauración.

Trabajando en colaboración con las dependencias gubernamentales en ambos lados de la frontera, con organizaciones binacionales sin fines de lucro y con las comunidades locales, los esfuerzos de restauración del hábitat que eliminan a las especies invasivas y las vuelven a sembrar con especies nativas, además de los flujos de agua aprobados por la Minuta 319, han mostrado resultados increíbles. El Dr. Hinojosa Huerta calcula que la primera ronda de flujos ha restaurado unas 1,800 acres de hábitat de álamo, sauce y mezquite. En ese tiempo, los grupos de conservación, dirigidos por Raise the River, sembraron más de 230,000 álamos y sauces nativos a lo largo del río. El esfuerzo también ha asegurado casi 8,200 acres pues de nuevos derechos de agua para usar en la restauración del hábitat y proteger 37,000 acres adicionales de hábitat de marisma.

La gente celebra el regreso del agua al Delta del Río Colorado (foto cortesía de Pronatura Noroeste).

El Dr. Hinojosa Huerta afirma que lo principal que han aprendido es que el ecosistema es en realidad muy resiliente, y es optimista sobre la nueva Minuta 323. Los análisis científicos que se realizaron durante la primera ronda de flujos pulso y base prepara mejor a los socios a tener listos nuevos sitios de restauración y a imitar los pulsos naturales para mantener sitios activos de restauración. Además de los efectos positivos de la restauración en la salud del ecosistema y de la vida silvestre, también ha habido na profunda respuesta social. La liberación escalonada de agua en el 2014 no sólo trajo a científicos, sino también a los habitantes de la localidad a maravillarse con el sitio de agua regresando a los lechos secos y a jugar en el río. Fue la primera vez en 30 años que el Río Colorado se conectó con el Golfo de California. Para muchos habitantes, fue la primera vez en su vida que vieron agua fluyendo. Esto generó un nuevo sentido de asombro y conexión con la tierra, todo ello contribuye en gran medida al apoyo en los esfuerzos de conservación. A través de una propuesta regional basada en la ciencia para la conservación del agua, combinada con una exitosa cooperación binacional, el nuevo convenio entre EEUU y México para el Río Colorado será testigo del resurgimiento continuo del Delta del Río Colorado.