Por Olya Phillips, Coordinadora de Ciencia Comunitaria de Tucson Audubon
Tucson, como muchas otras ciudades, está encontrándose con una rápida urbanización que conlleva a la pérdida del hábitat para muchas especies de aves. Ahora más que nunca, encontramos aves cerca de edificios donde pueden chocar con las ventanas, lo cual resulta en heridas o la muerte. Mientras que las amenazas a las aves migratorias por parte de los edificios altos han captado una mayor atención, en realidad muchas víctimas mortales se dan con edificios más bajos y en áreas residenciales. Las aves a menudo confunden el cielo y la vegetación reflejada con el hábitat real y vuelan contra el vidrio. Las aves que chocan con las ventanas se lastiman, se quedan aturdidas y son muy susceptibles a los depredadores, o mueren en el impacto.
De hecho, de 365 millones a mil millones de aves mueren por chocar con ventanas cada año en tan sólo EEUU. Asimismo, las luces artificiales y el brillo del cielo por la noche en las áreas metropolitanas pueden ser confuso, lanzando aves desorientadas fuera de su ruta migratoria. Las aves exhaustas se vuelven más vulnerables a otras amenazas urbanas y a los choques con ventanas. Los programas de Luz Segura y Luces Apagadas que apagan o reducen la luz excesiva en las ciudades durante los meses de migración se están volviendo más comunes, pero la mayor parte se concentra en la parte oriental del país. Cada año, están en riesgo millones de aves que se trasladan por Arizona en su ruta migratoria.
Tucson Audubon Society está uniéndose a otras ciudades en toda la nación para aprobar el Programa de Edificios Seguros para las Aves para reducir la frecuencia de los choques con ventanas tanto en edificios residenciales como comerciales. Actualmente, no existe un programa de este tipo en Tucson, dejando vulnerables a las aves que migran a través de nuestra área. Tucson Audubon está trabajando con los miembros de la comunidad para estudiar los impactos de los choques en el área, aumentar la conciencia de este problema y ofrecer soluciones viables para reducir los golpes.
En el 2021, nos dimos a la tarea de recopilar datos reclutando científicos comunitarios para reportar los golpes contra las ventanas en casa, así como llevar a cabo encuestas organizadas durante el pico en la migración. Los datos que reunamos nos ayudarán a identificar qué especies pueden ser las más vulnerables y qué áreas presentan un mayor riesgo. Pero lo más importante es que nos ayudarán a demostrar el ámbito del problema a fin de poder pedir con insistencia a los administradores de los edificios apagar las luces durante el pico en la migración para que tengan un pasaje seguro. Como parte de nuestros esfuerzos, también contribuimos todos los datos reunidos a las plataformas en línea que registran dicho problema, como por ejemplo dBird, iNaturalist y Global Collision Mapper. Anteriormente, ha habido muy pocas contribuciones para nuestra área.
De manera simultánea con nuestras encuestas realizadas por los voluntarios en las áreas metropolitanas, obtuvimos cálculos de la intensidad migratoria local usando el sitio de BirdCast, el cual brinda pronósticos de migración para Estados Unidos usando radares de vigilancia del estado del tiempo. Esto nos permitió identificar eventos grandes de migración en nuestra área, determinar si dichos eventos estaban asociados con una mayor incidencia de golpes contra ventanas y mandar alertas para apagar las luces al público en general en las redes sociales.
Para los propietarios de viviendas que buscan reducir las amenazas para las aves en sus jardines, les alentamos a empezar por identificar sus ventanas más problemáticas. ¿Existen ventanas donde has visto golpes de aves? ¿Ventanas enfrente de alimentadores y agua? ¿Ventanas con un efecto reflejante? Empieza por esas ventanas y sigues con el resto de la casa. Para mejores resultados, colocar alimentadores de 0 a 3 pies de una ventana de modo que se reduzca la probabilidad de choque. Apagar las luces interiores cuando no se usan y dirigir las luces del exterior hacia abajo para minimizar la contaminación de luz. Lo más importante, hacer que las ventanas sean visibles para las aves tratando el exterior del vidrio con calcomanías u otro método de la lista en nuestro sitio, espaciándolas a 2 pulgadas para proteger a los especímenes más pequeños. Ofrecemos una selección de soluciones prácticas y a la venta con múltiples precios en nuestro sitio electrónico. También brindamos paquetes gratuitos de calcomanías de vinilo disponibles en nuestra tienda durante horas de servicio.
También formamos una sociedad firme con Tucson Wildlife Center, la cual rehabilita aves lastimadas y ayuda a distribuir calcomanías gratuitas para prevenir futuros choques. Todos los cuerpos recolectados también sirven de algo. Se entregan a Liberty Wildlife Rehab Center en Phoenix donde cuentan con un Programa de Almacén de Plumas que no son de Águila que distribuye plumas a las tribus nativas norteamericanas para sus necesidades ceremoniales.
En el 2022 y a futuro, seguiremos educando al público sobre el problema de crear un pasaje seguro y residencia para millones de aves en entornos urbanos, suburbanos y rurales.
Nota de la autora: El lanzamiento del programa Edificios Seguros para las Aves de Tucson Audubon es posible gracias al financiamiento de National Audubon, Tracy Aviary y de donativos privados.