por Eduardo Palacios
El ostrero americano (Haematopus palliatus) es un ave costera de gran tamaño y carismática que vive en las playas arenosas, en las islas y en los humedales costeros de zonas templadas y subtropicales del hemisferio occidental. La población del Pacífico, reconocida como subespecie distinta, H.p. frazari, es residente de ambas costas de la Península de Baja California así como toda la costa occidental de México. Los censos recientes sugieren que podría haber tan pocos como 2,500 individuos de esta población, lo cual es bastante preocupante. La distribución de reproducción está limitada al noroeste de México, en particular a los estados de Sinaloa y Baja California Sur. Incluso más alarmante es el hecho del que el desarrollo costero y la hibridación con el ostrero negro (H. bachmani) coloca a esta subespecie en riesgo de extinción.
El grupo de trabajo “Ostreros” se estableció en la reunión anual de GANO, Grupo Aves del Noroeste, 2012. En coordinación con el Grupo de trabajo del Ostrero Americano de la Costa del Atlántico de EEUU, empezó un proyecto de investigación y conservación del ostrero americano en el noroeste de México. La meta es promover la investigación y la conservación de los ostreros y sus hábitats en el noroeste de México al coordinar estudios y acciones de conservación.
Al monitorear el éxito reproductivo y utilizar aves etiquetadas, este proyecto brindará información crucial para la conservación, incluyendo sobre la fidelidad del sitio para áreas de reproducción y de no reproducción, movimientos de dispersión e índices de sobrevivencia de adultos y juveniles.
En el 2013, el grupo de trabajo del ostrero monitoreó una muestra de la población en reproducción (303 pares) en diez sitios en el noroeste de México. Los biólogos encontraron setenta y dos nidos, pero sólo contenían 29 pollos. El tamaño de nidada promedio fue de 2.0 huevos por nido (n=57 nidos), muy por debajo de la población promedio de ostreros en el Atlántico (2.7 huevos por nido). Pudieron anillar a cinco de los 29 pollos. El fracaso en la anidación fue ocasionado por la inundación de mareas altas y la depredación (coyotes, gaviotas y cuervos) probablemente facilitada por las alteraciones humanas en los sitios de anidación. De los 913 individuos observados, dos tercios contaban con territorio y con pareja y otro tercio eran individuos “flotantes” sin territorio ni pareja. Los investigadores concluyeron que la disponibilidad de sitios de anidación adecuados es un factor limitante para la población de ostreros en el noroeste de México.
Debido a que la conservación de ésta y otras aves costeras en la región parece ser una cuestión de conservación y protección del hábitat, necesitamos identificar las principales áreas de reproducción y restringir las alteraciones ocasionadas por los humanos, así como identificar las áreas de alimentación para la especie. La información sobre abundancia y distribución, los factores limitantes, los requisitos de hábitat, las amenazas al hábitat y las oportunidades de conservación serán necesarios para apoyar las decisiones informadas de los administradores de áreas naturales y de los responsables de la toma de decisiones.
Para conocer más sobre este esfuerzo, comunicarse con Eduardo Palacios.