Una bandada variada de aves playeras en Guerrero Negro – complejo de humedales Ojo de Liebre (foto de Julián García Walther).
Por Julián García Walter, Pronatura Noroeste
Cada año, millones de aves migratorias vuelan a través del Corredor del Pacífico a la costa noroeste de México como parte de su ciclo anual. La región es hogar de un pequeño número de esteros y humedales costeros que brindan algunos de los mejores hábitats para las aves que pasan ahí el invierno o ahí se reproducen. A pesar de los grandes números de aves que dependen de esta región, para muchas especies sigue siendo un misterio saber a dónde van, cómo usan su hábitat y si pueden sobrevivir a las múltiples amenazas a las que se encuentran a lo largo de su ruta migratoria. Sin embargo, rastrear el paradero de las aves migratorias no es una tarea fácil. Las aves siempre se están moviendo y a menudo usan áreas remotas e inaccesibles. También es muy difícil registrar los movimientos individuales de las aves ya que no se pueden diferenciar entre sí.
Para hacer la tarea más fácil, Pronatura Noroeste—junto con una coalición de socios—está conduciendo la expansión de la red Motus en el noroeste de México. Motus es una iniciativa internacional de colaboración donde los científicos y conservacionistas instalan estaciones que pueden rastrear de manera automática el movimiento de las aves. Cada estación está compuesta de varias antenas que pueden detectar las aves marcadas con pequeños radiotransmisores que pasan por ahí y dentro de un radio de 10 a 20 Km. de la estación (Fig. 2, derecha). Una vez que la antena detecta un ave, una pequeña computadora registra su señal y la envía a una base de datos central donde los usuarios pueden tener acceso a los datos. Actualmente, existen casi 1,000 estaciones activas principalmente en EEUU y Canadá, pero hay algunas en Latinoamérica. Nuestra meta principal es vincular los sitios de reproducción y de invierno de las aves migratorias expandiendo la red Motus a México. Con la asistencia financiera del Programa de Apoyos del Sonoran Joint Venture, en 2020 instalamos las primeras tres estaciones en Guerrero Negro y el Golfo de Santa Clara. Dos años más tarde, nuestra red costera Motus creció a 19 estaciones que cubren 15 de los humedales costeros prioritarios más importantes en el noroeste de México y seguimos aumentando (Fig. 2, izquierda).
Nuestra nueva red costera Motus nos ha permitido rastrear a nuestras aves marcadas, así como aquellas marcadas por otros científicos en el hemisferio occidental. Estas detecciones iniciales ya han mostrado los viajes de playeros occidentales, zorzales de anteojos, charranes negros (entre muchos otros), y ejemplifican su dependencia en los humedales costeros del noroeste de México como peldaños durante sus rutas migratorias.
Animación de la migración de zorzales de anteojos (rojo), playeros occidentales (azul) y charranes negros (amarillo) por múltiples colaboradores Motus en Canadá y los Estados Unidos de julio a septiembre del 2022. Nuestra selección costera ahora nos permite vincular el movimiento de las aves marcadas en otras partes del continente (por Motus y Julián García Walter).
De manera simultánea, también empezamos nuestro propio programa de marcado para llenar las lagunas de conocimiento de varias especies de preocupación para la conservación. Los datos generados se usan para apoyar la investigación y los proyectos de conservación continuos que incluyen aclarar los efectos del aumento del nivel del mar en las aves playeras; evaluar la eficacia de usar un hábitat artificial para las aves; y entender la ecología migratoria de nuestras especies focales. Por ejemplo, ya registramos charranes mínimos que han demostrado una conectividad migratoria entre sus colonias de reproducción en Ensenada y el humedal de Guerrero Negro. De la misma manera, nuestro playero pihuiuí ha demostrado un ciclo migratorio completo que abarca de la parte central de Canadá durante la época de reproducción, al occidente intermontañoso de EEUU durante la migración y a varios sitios en el noroeste de México durante el invierno. Por último, la red Motus nos ha permitido poner a prueba métodos innovadores para estudiar el uso del hábitat de los playeros rojos al rastrar movimientos finos de aquellos individuos que pasan el invierno en Guerrero Negro.
Debido al aumento de interés de los científicos, conservacionistas y administradores de tierras en Motus, tenemos la confianza en que la red seguirá creciendo en México y en otras partes. Siempre estamos buscando nuevos colaboradores que nos ayuden a fortalecer la red Motus en el noroeste de México y que la usen para apoyar la investigación y la conservación. A continuación, algunas maneras en las que puedes aprender sobre la red Motus, colaborar o usarla en tu siguiente proyecto:
- Explorar las estaciones existentes y las detecciones de aves en el recién creado tablero Motus
- Planear un proyecto de rastreo, marcar aves y usar las estaciones Motus existentes (más información sobre cómo empezar a usar Motus, aquí)
- Ayúdanos a ampliar la red Motus instalando estaciones nuevas
- Acompáñanos en una de nuestras instalaciones o en talleres futuros (financiamiento en trámite); en 2023 esperamos instalar estaciones en el Delta del Río Colorado, Sonora y en Sinaloa
Para más información, no dudes en ponerte en contacto con Julián García Walther o Daniel Portillo.