Por Alberto Macías Duarte, Profesor Investigador, Universidad Estatal de Sonora
El halcón aplomado (Falco femoralis) es un ave rapaz colorida que vive en extensiones de pastizales del Desierto Chihuahuense en el suroeste de Estados Unidos y norte de México. La distribución geográfica de la especie es muy amplia, compuesta de hábitats parecidos a la sabana a lo largo de la zona fronteriza entre EEUU y México hacia el sur incluyendo Centroamérica y por todo Sudamérica. El halcón aplomado del norte (Falco femoralis septentrionalis) ingresó a la lista de especies en peligro de extinción de Estados Unidos en 1986. Esta designación fue en respuesta al grave adelgazamiento de las cáscaras de huevo y la contaminación por pesticidas de las poblaciones de halcones del oriente de México. En aquel entonces la población del oriente de México (principalmente Veracruz) era la población nativa de halcón aplomado más cercana a Estados Unidos desde la extirpación de la especie hace más de 30 años.
La historia natural del halcón aplomado es singular entre las aves rapaces y útil al dirigir las preguntas básicas de ecología y evolución. El halcón aplomado se alimenta casi exclusivamente de aves. Muestran un dimorfismo sexual inverso al tamaño corporal, esto es, las hembras son evidentemente más grandes que los machos. También cazan de manera cooperativa en pareja, lo cual aumenta considerablemente el éxito de caza. Las hembras casi siempre ponen 3 huevos por nidada a diferencia de otras especies de halcones, y ambos, los machos y las hembras, empollan los huevos. En contraste con otras especies de halcones, sus polluelos nacen con plumón natal gris oscuro, no el típico color blanco. Al igual que otras especies de Falco, no construyen sus propios nidos. El halcón aplomado depende de las estructuras de nidos que otras aves de gran tamaño construyen, como los cuervos y otros halcones.
A mediados de los 90, se descubrió una población nativa en Chihuahua, México, donde unas 35 parejas posiblemente se reprodujeron el mismo año. Esta población trajo esperanza para la restauración de la especie en el Desierto Chihuahuense de Estados Unidos. El amplio estudio demográfico fue realizado por el USFWS, The Peregrine Fund, la Universidad Autónoma de Chihuahua y PROFAUNA delineó dos principales áreas de reproducción en la parte oriental y central de Chihuahua; Sueco y Tinaja Verde (municipios de Chihuahua, Ahumada y Coyame) parecieron contar con el mayor hábitat reproductivo del halcón aplomado en el norte de México. No obstante, una nueva amenaza surgió en 2006 cuando la creación y desarrollo de las colonias agrícolas empezó una extensa conversión del hábitat ocupado por los halcones en casi 70,000 Ha. de tierras de labranza irrigadas en Sueco. Actualmente, sólo cuatro de los 24 antiguos territorios de reproducción no han sido labrados en Sueco. La extirpación del halcón aplomado en Chihuahua en las próximas décadas es inminente.
La pregunta que surge ahora es si existe suficiente hábitat de reproducción para mantener una población reproducción adecuado: 1) dada la amplia destrucción del hábitat reproductivo en Chihuahua por la agricultura y 2) dado el fracaso de un programa de reintroducción utilizando halcones criados en cautividad para restaurar las poblaciones reproductivas en el Desierto Chihuahuense de Nuevo México y el occidente de Texas. Algunas personas creen que sí hay hábitat disponible que no se ha explorado en algunos parches de pastizales desérticos al noreste de Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Durango, el occidente de San Luis Potosí y Sonora, así como en Arizona, Nuevo México y el occidente de Texas. El problema con dicha afirmación es que se ha llevado a cabo un intenso trabajo ornitológico en esos pastizales en la última década y se han reportado muy pocos halcones ahí.
A fin de brindar una perspectiva para responder a la pregunta de cuánto hábitat queda disponible para los halcones aplomados, la Universidad Estatal de Sonora utilizó 3 transmisores satelitales Argos en 3 polluelos (2 machos y 1 hembra) en mayo de 2015 en Chihuahua. El propósito del estudio era ver si los movimientos de exploración de las aves durante su dispersión natal (el movimiento desde su lugar de nacimiento al lugar de la primera reproducción) podrían posiblemente revelar nuevas extensiones de hábitat reproductivo además de aquellas identificadas en el estudio demográfico original. Este estudio también estaba dirigido a determinar la suerte de los polluelos. Ha sido desconcertante para los investigadores que después de casi 20 años de anillar cientos de polluelos, sólo se ha confirmado el reclutamiento de un ave anillada a la población reproductiva.
A pesar del tamaño de muestra pequeño, el estudio rindió algunos resultados interesantes. Uno de los polluelos machos tuvo transmisiones durante una semana alrededor de su territorio natal y luego desapareció. Se encontraron los restos de sus dos hermanos muertos, probablemente depredados por coyotes, pero no fue posible encontrar al halcón etiquetado ni a su transmisor. El transmisor del polluelo hembra rindió posiciones durante más de un año. Esta hembra se trasladó a más de 300 Km. de su territorio natal, pero las transmisiones terminaron dentro de las áreas de reproducción núcleo conocidas, a unos 100 Km. de donde nació. El otro polluelo macho sigue transmitiendo la señal después de tres años. Después de trasladarse de un lado a otro a distancias tan lejanas como 100 Km. en un par de días, este halcón encontró pareja y anidó durante su tercer año en un territorio de reproducción vacante en Sueco, a 15 Km. de su lugar de nacimiento. Los últimos dos halcones se dispersaron de su territorio natal casi 100 días después de haber volado. Dieron vueltas por alrededor de otros territorios de reproducción (delineados por el estudio demográfico a largo plazo), que no estaban ni intactos ni convertidos a tierras de labranza. Los halcones ocasionalmente exploraron áreas fuera de sus áreas de reproducción núcleo, sólo para dejar ver el posible hábitat de reproducción convertirse en tierras de labranza. Nuestros datos de telemetría sugieren que el hábitat de reproducción adecuado para el halcón aplomado, a pesar de su aparente disponibilidad regional, en realidad está limitado a la parte central de Chihuahua y su velocidad de pérdida limita gravemente la posible recuperación de la especie en el Desierto Chihuahuense.