por Jennie Duberstein, Casey Setash y David Molina
¿En qué piensas cuando escuchas el nombre “Sonoran Joint Venture”? ¿Las imágenes de sahuaros y correcaminos llenan tu mente? Quizá no pienses inmediatamente en aves acuáticas y humedales.
De modo que te sorprendería saber que existen casi 3,500 millas de costa en el noroeste de México y sur de California. Combinadas con un número de humedales de gran tamaño e importantes en el interior de la región del SJV (incluyendo el lago Salton, el Río Colorado, los valles Imperial y de Mexicali, humedales de San Jacinto y la playa Willcox), la región brinda un hábitat de invierno a un vasto número de aves acuáticas, principalmente del Corredor de Vuelo Intermontano Occidental y del Pacífico.
De hecho, más del 80% del ganso de collar (Branta bernicla nigricans) pasa el invierno en las costas de la península de Baja California y México continental. El setenta por ciento del pato cabeza roja del Corredor de Vuelo del Pacífico (Aythya americana) pasa el invierno en México, principalmente a lo largo de las costas de Sonora, Sinaloa y Baja California. Más de 25,000 gansos blancos (Chen caerulescens) y de Ross (Chen rossii) y más del 50% del pato tepalcate del Corredor de Vuelo del Pacífico (Oxyura jamaicensis) pasan el invierno en el lago Salton al sur de California. Y tan sólo la costa de Sinaloa sustenta casi el 25% de toda la población de aves acuáticas de invierno de México.
El 25 de enero de 2017 estaba en casa trabajando en la computadora cuando escuché el conocido “tilín” de Facebook avisándome que había recibido un mensaje. Lo abrí para ver que David Molina, biólogo y socio del SJV de Nayarit, México, me había mandado una nota.
La carrera de David ha estado dedicada al monitoreo, conservación e investigación de vida silvestre, con un enfoque especial en las aves de Nayarit. Desde 2009 ha asumido la investigación y monitoreo de aves acuáticas en Marismas Nacionales de Nayarit, uno de los complejos de humedales más grandes e importantes de aves migratorias en el noroeste de México.
Actualmente, David se desempeña como biólogo de campo independiente, ayudando a coordinar la estación de anillado del MoSI en la Reserva de la Biósfera Estatal Sierra de San Juan. Como parte de sus actividades, David lleva a cabo el monitoreo de aves en reproducción, censos y las diferentes respuestas de las aves a los impactos, así como documentar la riqueza de las especies.
Una mañana de enero, David se encontraba haciendo monitoreo de aves acuáticas cerca de una pequeña laguna temporal a lo largo de un canal de irrigación en construcción, cuando vio algo fuera de lo común: una hembra de cerceta canela (Anas cyanoptera) marcada con discos nasales.
“Fue una sorpresa”, dijo. “Estaba en el campo y vi algo fuera de lo común,” escribió. “¿Conoces a alguien en EEUU que anille patos?” Junto al mensaje se incluía una foto granulosa de la cerceta en cuestión.
Envié un mensaje a las oficinas regionales del Programa de Aves Migratorias del FWS en Albuquerque y Denver y en menos de una hora ya tenía la respuesta.
Casey Setash, estudiante graduada de la Universidad Estatal de Colorado, ha realizado investigación de aves acuáticas en el Intermontano Occidental en los últimos años con un enfoque especial en la ecología de reproducción de la cerceta canela. Setash, con asistencia de campo por parte del Refugio Nacional de Vida Silvestre Monte Vista al sur de Colorado, ha estado marcando cercetas canela con discos nasales desde el 2015 para tratar de determinar su fidelidad al sitio de reproducción, uso del hábitat de invierno y supervivencia a lo largo de su ciclo anual. Además de marcar aves, está encontrando y monitoreando los nidos de cercetas canela y rastreando las nidadas con radio telemetría para estimar la supervivencia de nidos y pollos durante la temporada de reproducción. Debido el aumento en aridez y competencia por agua en el Intermontano Occidental, será sumamente importante establecer un mejor entendimiento de lo que impulsa la producción de cercetas canela y cómo les va en climas más secos en las próximas décadas. Las aves marcadas en el RNVS Monte Vista desde 2012 se han visto por todo Norte y Centroamérica, desde el este de Washington hasta Nicaragua, proporcionando una nueva comprensión a la ecología de migración de la cerceta canela.
El ave que vio David Molina era una de más de 100 que Setash marcó con discos nasales. Dichos avistamientos son fundamentales para adquirir un entendimiento más sólido de esta enigmática especie. Viajó aproximadamente 1,500 millas entre su sitio de reproducción al sur de Colorado y el sitio de invierno al noroeste de México, el humedal temporal donde David la encontró, cerca de la comunidad Estación Yago, al noroeste de Tepic, en Nayarit.
El descubrimiento de David no fue su primera conexión entre el occidente de EEUU y el noroeste de México. En el verano de 2014, Javier Paniagua Herrera, otro biólogo de vida silvestre de Nayarit y colega de David, viajó a Salt Lake City, en Utah, donde trabajó con el Dr. John Cavitt, profesor zoólogo en la Universidad Estatal Weber. Juntos, colocaron transmisores satelitales en un par de avocetas americanas (Recurvirostra americana). En el invierno de 2014-2015 los investigadores pudieron seguir las señales y ver a una de las aves pasar el invierno en Marismas Nacionales, aunque no pudieron obtener una documentación visual. Pero en diciembre de 2015 la señal mostró que el ave había regresado al área, y en esta ocasión Javier y David tuvieron la suerte de tomar una fotografía del ave—un macho. David menciona que también han observado chorlos nevados (Charadrius nivosus) anillados en Utah que migraron a Marismas Nacionales cada invierno.
Estas observaciones claramente demuestran la conexión migratoria entre las poblaciones de aves acuáticas en el occidente de Estados Unidos y los humedales permanentes y temporales del noroeste de México. También muestran la importancia de colaborar en ambos lados de la frontera para conservar las aves en todos los puntos de su ciclo anual, incluyendo reproducción, migración y estancias de invierno. Los programas como los del Sonoran Joint Venture ayudan a reunir a socios diversos para salvar la distancia entre la comunicación y la capacidad y ayudar a hacer conexiones para colaborar en la conservación de las aves y los hábitats a mayores escalas.
Si observas una cerceta canela marcada, por favor repórtaselo a David Olson o Casey Setash. ¡No cabe duda de que mantendremos nuestros ojos bien abiertos buscando aves marcadas la próxima vez que estemos en el campo!
Agradecimientos
Le agradecemos a Dan Collins, Dave Olson, Brian Smith y Casey Stemler por habernos ayudado a conectar los puntos en esta historia de conservación.