Por Jay Carlisle, Research Director, Intermountain Bird Observatory en Boise State University
Las poblaciones de zarapito pico largo están decreciendo en partes de su zona de distribución, especialmente al sudoeste de Idaho. La pérdida y degradación del hábitat, junto con las alteraciones humanas, parecen ser los factores más importantes. Desde 2013, el Observatorio de Aves Intermontano (IBO) ha colaborado con muchos socios para rastrear al zarapito pico largo desde las áreas de reproducción en el Occidente Intermontano a las áreas de invierno en California y México, incluyendo sitios en la región del SJV. Al colocar transmisores satelitales en las aves, hemos podido ampliar nuestro entendimiento de dicha especie más allá de los sitios de reproducción en Idaho, Montana y Wyoming. Estamos aprendiendo más sobre las rutas migratorias, los sitios de descanso durante la migración, los sitios de invierno y los hábitats que el zarapito pico largo utiliza durante el año.
Hasta ahora, los zarapitos pico largo que se reproducen en el Occidente Intermontano pasan mayormente los inviernos en el Valle Central de California (en Central Valley Joint Venture), en el Valle Imperial de California, así como en el noroeste de México (ambos en Sonoran Joint Venture). De modo que puse contentísimo cuando el Consejo Administrativo del SJV me invitó a presentar las últimas investigaciones del IBO durante su reunión en Baja California, en diciembre de 2016. Dada la zona de distribución de la especie a lo largo de Intermountain West Joint Venture, Central Valley Joint Venture y Sonoran Joint Venture, me sentí particularmente contento de conocer a los miembros del Consejo y del Grupo de Trabajo de Ciencias a fin de explorar las posibles colaboraciones para la investigación y conservación del zarapito pico largo.
Durante la reunión, compartí las conclusiones del IBO sobre el alto número de zarapitos pico largo que pasa el invierno en la región del SJV (Figura 1). También mencioné los patrones del uso del hábitat del zarapito, los cuales incluyen hábitats agrícolas, pastizales y zonas entre mareas. Mi presentación inspiró un debate más profundo y la exploración de los siguientes pasos para la conservación del zarapito.
Después de la reunión, tuve una conversación muy productiva con el Dr. Eduardo Palacios, miembro del consejo del SJV y docente de investigación en el CICESE en La Paz, Baja California Sur, México. Acordamos en proseguir con la idea de co-asesorar a uno o más estudiantes graduados en un futuro cercano para avanzar nuestro conocimiento sobre las preferencias de hábitat y necesidades de conservación de los zarapitos durante la no reproducción. Luego visité San Luis Río Colorado en el valle inferior del Río Colorado al noroeste de Sonora para reunirme con varios colegas y explorar los hábitats del zarapito pico largo en la región.
Junto con personal de Pronatura, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y un estudiante graduado de la Universidad Estatal de San Diego, exploramos los hábitats agrícolas y visitamos varios de los proyectos de restauración del hábitat de Pronatura Noroeste en el área. ¡Sin duda el mejor avistamiento fue un grupo de alrededor de 300 zarapitos pico largo en un campo de espárragos (Figura 2)!
Al día siguiente visitamos varios hábitats entre mareas alrededor del Golfo de Santa Clara. A pesar de que el viento nos salpicaba de arena, vimos varias concentraciones de zarapito y otras aves (Figura 3). De regreso al pueblo, nos detuvimos en el mismo campo de espárragos, que seguía sustentando a cientos de zarapitos. Tuvimos una charla breve con un par de trabajadores que dijeron que no les molestaba la multitud de zarapitos porque saben que se alimentan de insectos y no dañan los cultivos.
¿Cuáles son los siguientes pasos? Espero iniciar una colaboración para entender mejor las necesidades de hábitat y conservación del zarapito y otras aves que utilizan estas áreas en los valles de Mexicali e Imperial y en las zonas entre mareas. Los resultados de este trabajo podrían brindar recomendaciones de manejo, tanto en hábitats agrícolas como en “naturales”, que ayudarían en los esfuerzos de conservación a lo largo de la zona de distribución.