Por Jim Howard, biólogo de aves marinas, California Institute of Environmental Studies
Al caminar por la isla West Anacapa en septiembre para el “monitoreo de fin de temporada”, la recuperación del pelícano café está presente a tu alrededor y huele a amoniaco. Más de diez mil nidos de pelícanos están apiñados en el suelo y en las ramas de los árboles de roble y cerezo. Cada temporada, los adultos en reproducción aumentan las estructuras de los nidos existentes o hacen nuevos, con materiales que sacan de los matorrales nativos cercanos y forrados de pasto. Contar todos los nidos en Isla Anacapa le toma a una brigada dedicada de seis a ocho personas tres días completos de caminata con mucho cuidado a lo largo del hábitat nativo de matorral costero, marcando y contando cada nido.
Viendo estos nidos ahora, no te imaginarías que la situación era muy diferente en 1970 cuando el pelícano café estaba en la lista federal de especies en peligro de extinción. Durante décadas, la Ensenada del Sur de California era el sitio de desecho del efluente de manufactura de dicloro difenil tricloroetano (DDT), un insecticida muy eficaz. Estas sustancias químicas se bioacumulaban en la cadena alimenticia y afectaban la habilidad de las aves que se alimentan de peces de depositar calcio de manera eficaz en sus huevos, resultando en una cáscara de huevo delgada. Estas cáscaras de huevo delgadas, de menos de un tercio de un milímetro en grosor, quedaban aplastadas por los adultos incubándolos y resultando en una reducción de la población, con sólo unos 500 nidos en la isla. La situación parecía especialmente grave cuando sólo se documentó un pollo con plumas en 1971.
A pesar de los efectos prolongados de las sustancias químicas, la recuperación empezó a ser evidente más o menos una década después de la prohibición del uso de DDT en los Estados Unidos en 1972. Para 1985, la anidación en Isla Anacapa había aumentado a una magnitud de casi 5000 nidos. Durante los siguientes 20 años los números de los nidos aumentarían lentamente, alcanzando el pico en el 2004 a unos 8000 nidos. Con cáscaras de huevo más gruesas produciendo pollos que sobrevivían y con una población en una trayectoria relativamente estable, se eliminó al pelícano café de la lista de especies en peligro de extinción en el 2009, y este ícono costero se celebró como “recuperado”.
Lamentablemente, poco después de eliminarlo de la lista, la población de pelícano café de las Islas del Canal disminuyó dramáticamente cuando las principales fuentes de alimento, particularmente la anchoveta norteña, se desplomó. Entre los años 2009 y 2013, los números de pelícano eran lo suficientemente bajos para preocupar a los expertos de que quizá la eliminación de la lista de especies en peligro de extinción fue prematura. A principios del 2014, las condiciones del océano alrededor de las Islas del Canal mostraron señales de mejoría y las poblaciones de anchoveta empezaron a recuperarse. Con el aumento de su principal presa, las poblaciones de pelícano café respondieron nuevamente de manera dramática. Los números de nidos están aumentando y los pelícanos han empezado a anidar antes y durante más tiempo al año. En algunos años ha habido nidos durante todo el año, cuando históricamente sólo anidaban de febrero a agosto. La disponibilidad de una buena presa ha resultado en un ascenso de 12,000 nidos en Isla Anacapa en 2021.
Este aumento en la anidación de las Islas del Canal es algo muy emocionante y nos brinda esperanza para el futuro del pelícano café, pero esta es sólo una parte de la historia. La parte de la población que anida en el Golfo de California de México ha experimentado un fracaso reproductivo casi total durante este mismo período (2014-2021) y corresponde a una proporción mucho más grande de la población. Quizá las aves del Golfo de California se estén trasladando al norte para anidar en las colonias de Isla Anacapa e Isla Santa Barbara, posiblemente buscando mejor disponibilidad de alimento. Para investigar la conectividad entre estas poblaciones, los investigadores en México y en los Estados Unidos están buscando colaborar usando anillos y tecnologías de rastreo. Las preguntas importantes para los investigadores incluyen a dónde se dispersan los pelícanos jóvenes después de volar y si regresan a su colonia natal o eligen una colonia diferente para anidar. Responder a dichas preguntas le ayudará a los biólogos a entender mejor las dinámicas en juego de modo que puedan manejar mejor a esta carismática e icónica especie a lo largo de toda su zona de reproducción.
Para más información sobre la población del pelícano café de las Islas del Canal, favor de comunicarse con Jim Howard del California Institute of Environmental Studies o bien, David Mazurkiewicz del Parque Nacional Islas del Canal. También visita el sitio de CIES para mayor información sobre este y otros proyectos de aves marinas y restauración del hábitat.