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El uso de las aves para medir los impactos de la restauración

Por Meredith Walker, Instituto para las Poblaciones de las Aves en colaboración con Pronatura Noroeste

En las mañanas a finales del otoño y a principios de la primavera, entre totora, álamos y cachanilla en el Delta del Río Colorado en el noroeste de México, Alejandra Calvo Fonseca y otros colegas de Pronatura Noroeste anillan zorzal de anteojos, vireo de Bell, papamoscas saucero y más. Pronatura Noroeste opera tres estaciones de anillado de aves en el delta como parte del Programa MoSI, una red de más de 200 estaciones de anillado de aves en 22 países de Latinoamérica y el Caribe.

Una mano sujeta con cuidado un pequeño pájaro amarillo y le coloca una banda en la pata con unos alicates.
Colocación de anillo en un chipe oliváceo en una de las estaciones MoSI en el Delta del Río Colorado el pasado mes de marzo (foto de Benito Rocha).

MoSI es la sigla del programa de Monitoreo de Sobrevivencia Invernal. Lo empezó el Instituto para las Poblaciones de las Aves (IBP) en el 2002 y está inspirado en el programa de Monitoreo de Productividad y Supervivencia de las Aves (MAPS) que estudia las características demográficas de las aves durante la temporada de reproducción en Estados Unidos y Canadá (conoce más sobre MAPS). Los operadores de las estaciones MoSI recopilan datos durante la temporada que no es reproductiva de las aves terrestres migratorias y residentes. Las dos redes son parte de los esfuerzos del IBP de reunir datos demográficos de las poblaciones de aves en todo su ciclo anual para entender mejor dónde y cuándo se ven amenazadas las poblaciones de aves y permitir esfuerzos de conservación dirigidos y eficaces. Los socios de las localidades como las dependencias de gobierno, universidades, particulares y grupos de conservación sin fines de lucro como Pronatura, son quienes operan las estaciones MoSI.

Lugar de anillamiento ZOLI de Pronatura Noroeste donde se inició la restauración de la vegetación nativo en 2014.
Lugar de anillamiento ZOLI de Pronatura Noroeste donde se inició la restauración de la vegetación nativo en 2014 (foto por Alejandra Calvo Fonseca).

La región del Delta del Río Colorado en el noroeste de México comprende más de 600,000 acres y una diversidad de tipos de hábitat que abarcan desde el desierto hasta los humedales. El delta ha presenciado un cambio enorme en el último siglo debido a los impactos transnacionales humanos. Las presas y las desviaciones a lo largo del Río Colorado han reducido su flujo de manera drástica, de tal manera que en la mayoría de los años el río ya no llega al Golfo de California. Las plantas invasivas introducidas por los humanos, como el tamarisco, han aprovechado estas condiciones cambiantes para desplazar a los álamos y los sauces nativos. A pesar de todo ello, el Delta del Río Colorado es abundante en vida silvestre. Se ha designado humedal con importancia internacional y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) lo identificó como sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad y Área de Importancia para la Conservación de las Aves, en especial las aves migratorias.

El lugar de anillamiento RCLH de Pronatura Noroeste es el lecho del río Colorado en la zona de control, donde no se ha producido restauración y el tamarisco es más frecuente.
El lugar de anillamiento RCLH de Pronatura Noroeste es el lecho del río Colorado en la zona de control, donde no se ha producido restauración y el tamarisco es más frecuente (foto por Alejandra Calvo Fonseca).

Pronatura Noroeste trabaja para restaurar la vegetación nativa en el delta y sus estaciones MoSI juegan un papel central en la evaluación del impacto de dicha restauración (también opera estaciones MAPS durante la temporada reproductiva—una de las pocas estaciones MAPS fuera de EEUU y Canadá). “El programa MoSI y su contraparte, MAPS, son de gran interés debido a la información que generan en el Delta del Río Colorado, donde han podido verificar la importancia de este sitio como algo crucial para las aves migratorias, así como la importancia de los sitios en los que hemos trabajado para la recuperación de los humedales y las zonas ribereñas en el delta”, afirmó Alejandra Calvo Fonseca, bióloga de Pronatura Noroeste.

La estandarización del protocolo de anillado de MoSI permite que los datos de las estaciones de Pronatura Noroeste se comparen con los datos en Centro y Sudamérica y a través de dos décadas de operación del programa MoSI. Los anilladores entregados como Calvo Fonseca y los socios de MoSI como Pronatura Noroeste, contribuyen datos para construir una base de datos poderosa que pueda ayudar a responder las cuestiones de conservación locales como el impacto de la restauración de la vegetación en el Delta del Río Colorado, y cuestiones a futuro a escala continental que aún no se han concebido.

Si estás interesado en instalar una estación MoSI, usar los datos MoSI para responder una pregunta de investigación o manejo, o aprender más sobre el programa MoSI, por favor comunícate con Steve Albert.